En su informe de 2017, la IFR sitúa a China como líder mundial (87.000 robots industriales vendidos), le siguen por este orden Corea del Sur, Japón, Estados Unidos y Alemania (a la cabeza en Europa, con casi 20.000 unidades vendidas), muy por debajo de estas cifras se encuentra en España con tan sólo 3.900 unidades vendidas en 2016.
El sector automovilístico sigue liderando la clasificación mundial de ventas con un total de 125.000 unidades vendidas. Son datos del informe de 2018 de la Federación Internacional de Robótica – IFR.
En España la industria automotriz es la que más invierte en este tipo de tecnología, seguida del metal, del sector de alimentación y las bebidas.
Con los datos que conocemos hasta el momento ¿podemos afirmar que España ocupa una buena posición en el tablero internacional de la robótica?
La robotica industrial en nuestro días
En el informe The robots are ready. Are you? (Deloitte, 2017), se concluye que el 53% de las empresas afirma encontrarse en procesos de implantación de automatización robótica. Son los factores económicos los que están fomentando la adopción de estos avances, también alejar a los trabajadores de tareas automáticas y repetitivas y permitirles realizar actividades de mayor valor, algo que redunda en una mayor satisfacción en el trabajo.
El Potencial de Automatización
El mayor aprovechamiento de la automatización lo vemos en estos sectores de nuestra industria:
Los vehículos autónomos: la computación y la inteligencia artificial permiten desarrollar vehículos cada vez más inteligentes y adaptados a las condiciones del entorno.
El sector sanitario: donde ya es posible realizar operaciones a distancia.
Sectores como el de transporte y seguridad: dentro de unos años será habitual encontrar conductores, drones y robots para tareas de; vigilancia.
Retos de la robotica a futuro
Uno de los principales es sacar el máximo provecho a los datos que todos esos robots generan.
El otro fomentar entre las personas un cambio de mentalidad, ya que el creciente uso de la robótica está inexorablemente asociado a una pérdida de trabajos humanos (sobre todo en servicios y tareas de tipo administrativo); eso es una realidad a la que más pronto que tarde debemos acostumbrarnos
Pero sin duda, la parte más complicada es lidiar con el miedo a lo desconocido: no realizar cambios porque «si funciona así….» En un hecho que en Europa y especialmente en España hay muchas más reticencias a la automatización que en Asia o en EE.UU.